El concepto inicial más sencillo de Cooperativa,
la enmarcó como “una asociación de personas que juntarán esfuerzos y capitales,
para producir u obtener bienes y/o servicios ayudándose mutuamente”; pero a
medida que avanzó el tiempo su compromiso se fue acrecentando, a tal punto que
la función ambiental, responsabilidad social y cogestión administrativa, le confirieron
un espacio más extenso, dinámico y complejo. Aún cuando en algunos países de
América Latina, se miran las cooperativas como meros instrumentos de inclusión social,
participación política o recepción de fondos públicos, en otros países más progresistas,
se mueven dentro de un contexto de emprendimiento, integración y productividad.
No son entonces,
organizaciones de individuos al margen del desarrollo económico, digámoslo más
sencillo, gente muy pobre que necesita ser atendida, como tampoco un capital
humano proclive a ser chantajeado, sin más ni menos. Ya lo dice el concepto anotado,
juntar capitales y esfuerzos, y es que precisamente, entre los elementos
que conducen al fracaso de algunas organizaciones de este tipo, está en que
algunos de sus integrantes a veces solo colocan su tiempo y relación personal
con otros; pero no aportan ni la silla donde se sentarán, el plato donde se
servirán o el papel donde serán anotados. Este tipo de asociado nunca servirá,
porque no tendrá ningún apego, sentido de pertenencia, ni el ánimo mínimo
necesario para ejecutar cualquier actividad riesgosa o no, donde se le promueva.
Pensamos que un
cooperativismo que funcione debe deslastrarse de muchos defectos propios, pero
también externos, especialmente del paternalismo y sujeción política. Imagínense
ustedes lo fatal que sería, si el sector empresarial hubiera visto al cooperativismo,
como un enemigo a enfrentar y vencer, afortunadamente no ha sido así. Tal vez
si queremos buscar causas en forma precisa del escaso avance logrado, ingresemos
en la lista la limitada participación de las instituciones educativas, la
inconsistencia de la acción gubernamental y el egoísmo de los líderes de cooperativas
exitosas; pero no caigamos en la necedad de endilgárselas a la empresa privada,
como forma de medir con patrones repetitivos y buscar anuencia pública. Presentamos
a continuación, puntos comparativos para definir un tanto el terreno donde se
mueven los 2 tipos de organizaciones en Venezuela y observaremos que transitan
algunos caminos diferentes, lo cual alindera sus campos de acción, procedimientos
y normativa funcional, restringiendo en cierta forma sus posibilidades de
competencia.
Cooperativa v.s. Empresa
Mercantil=========++=========
1
|
La propiedad
|
Es de los socios y societarios en proporciones
iguales
|
Es de los socios en función al número de acciones
suscritas
|
2
|
En decisiones de Asambleas
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Cada socio representa un voto
|
El capital aportado determina el número de votos
por socio
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3
|
Los excedentes
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Se reparten según el uso y trabajo que se haga en
la cooperativa
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Se reparten según el capital aportado a la empresa
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4
|
La Finalidad
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Producir y colocar bienes y/o servicios a precios
solidarios
|
Conseguir el mayor lucro posible
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5
|
Preferencia estatal
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Primaria. Sobre la adquisición y prestación de
bienes y servicios
|
Secundaria. Sobre la adquisición y prestación de
bienes y servicios
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6
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Independencia
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Más dependiente del gobierno
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Menos dependiente del gobierno
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7
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Base legal
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Ley especial de cooperativas
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Código de comercio
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8
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Seguridad patrimonial
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No permite el embargo de los activos de los socios
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Permite el embargo de los activos de los socios
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9
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Impuesto sobre la renta
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Declarantes, exoneradas
|
Finalmente digamos que las cooperativas
representan el tipo de organización socio‑económica más adecuada para manejar
los limitados aportes monetarios de los afiliados, levantar la credibilidad,
actuar con equidad, operar en agrupaciones numerosas, integrar personas y en
definitiva conseguir mayor participación efectiva para enfrentar problemas
comunes. Sin lugar a dudas que varios de estos aspectos señalados, han calado
mejor en el medio campestre que en el urbano, por tanto nos atrevemos a indicar
que en desarrollos de Turismo Rural por emprender, ya sea en cualquiera de sus
modalidades como: Agroturismo, Ecoturismo y Agroecoturismo, las asociaciones
cooperativas representan alternativas dignas de tomar en cuenta.
N.H. Agosto 2019
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