Es muy difícil en estos momentos desligar ambas
funciones, pues ha pasado mucha agua bajo el puente y aparecieron nuevos
intereses en escena. Los productores agropecuarios se cansaron de tocar
puertas, buscar solidaridad, aportar capitales y recibir migajas. Vieron como
militares, comunicadores, deportistas y hasta artistas, empezaron a buscar lo
suyo dentro de la política, sin poner casi nada a cambio. Vieron como convertidos
en nuevos ricos llegaron a invertir en el campo, aún sin saber sembrar una papa,
criar un pollito o enlazar una res.
Bajo
el prestigio ganado en la lucha gremial, los agroproductores empezaron a
insinuarse en espacios urbanos, o mejor a ocuparlos sin mucho miramiento. Entonces volvieron sus ojos a la ciudad y empezaron
a ser alcaldes, diputados, gobernadores y uno que otro director o ministro. Esto
tendría nuestro pleno reconocimiento, si no hubieran olvidado que la importancia
de la acción productiva y gremial en el campo, no solo va en beneficio
particular, sino que la mueve también el interés colectivo; al fin de cuentas
su función primaria de alimentar la población, cada día cobra mayor importancia
dentro de la sociedad. Es extremadamente urgente recuperar la participación activa
de todos los componentes del Sistema
Productivo y para ello deberán valerse de la motivación, trabajo y
comunicación permanentes. El bienestar circunstancial que origina la
burocracia, nunca estará por encima de la actividad gremial, productiva o
socioeconómica del campo.
Pensamos
que actualmente las asociaciones de productores y por ende las de ganaderos (que
siempre han sido las mejores organizadas del país), deberán repotenciarse, reforzar
sus cuadros y sin necesidad de politizar sus acciones, considerar como
estrategias efectivas para lograr dinamismo, proyección y satisfacción entre
sus afiliados, estos (5) aspectos importantes que sugerimos para su revisión:
1. Integrar a pequeños, medianos y grandes productores dentro de una organización donde impere el principio de igualdad de oportunidades.
2.
Reestructurar
su organización interna adoptando el modelo cooperativo para la función socioeconómica.
3.
Luchar
por la regionalización de sus actividades, o sea ampliando su cobertura de
acción, hasta ahora limitada al ámbito local.
4.
Abordar
activamente la agroindustria, agrocomercio y los agroservicios.
5.
Implementar
la integración binacional en aquellos territorios fronterizos.
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